EL SANADOR DIVINO

“Mas yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas, dice Jehová; porque desechada te llamaron, diciendo: Esta es Sion, de la que nadie se acuerda.”

Jeremías 30:17

Te devolveré la salud y te sanaré de tus heridas, dice Jehová. Esta es una promesa poderosa para declarar y vivir la sanidad plena de Dios.

Una intervención de Dios especial. La pobre criatura está en un dolor desesperado; Ud y yo estamos clamando por salud; pero entra el Dios del amor compasivo, y mira el resultado.

Esta intervención es, ante todo, Divina. Solo el infinito Jehová puede hablar con ese gran Ego y decir: “Lo haré”, y de nuevo, “Lo haré”. Ningún médico humano digno de ese nombre hablaría así. Humildemente diría: “Trataré de darte salud; Me esforzaré por sanar tus heridas”; pero el Señor habla con la positividad de la omnipotencia, porque tiene el poder de hacer buenas Sus palabras.

Él habla, y se hace; Él manda, y se mantiene firme. Por tanto, cuando Dios diga: Yo te devolveré la salud”, la salud visitará al desdichado que yace a las puertas de la muerte. Cuando Él dice: “Yo te sanaré de tus heridas”, los dolores profundos y las heridas se cierran de inmediato.

Está intervención realiza una obra que es más completa, porque se encuentra con la doble intervención, El sanará tanto la enfermedad como la herida.

Dios nos sana por su misterio de gracia y poder. Como muestra esta afirmación, cuán soberanamente libre es esta promesa. No dice, “Te devolveré la salud si”—No, no hay “si”; y no hay mención de un pago o requisito. Aquí está la sanidad para nosotros. Jesús viene a darnos la salud sin dinero y sin precio, sin penitencia ni condiciones, sin trabajo ni mérito.

Estamos llamados a creerle a Dios y confesar el poder de Jesús sanador. Te animo a que te inclines y declares salud física, emocional y espiritual. A todo el que confesare sus dolores ante Dios, se le hace esta promesa hoy: “Te devolveré la salud y te sanaré de tus heridas”.

En nombre de Jesús te pido ser libre y saques todo lo que ha generado en mí una cadena de enfermedades. Señor remueve las enfermedades de mi cuerpo, y dame la sanidad, trasmiteme vida de tu Espíritu en nombre de Jesús. Señor en tu nombre echo fuera toda raíz de enfermedades que están en mi cuerpo, todo aquello que desencadeno bacterias, virus, en mi organismo en tu nombre declaro que salen ahora mismo, y declaro sanidad en mi cuerpo, en mi alma, y en mi espíritu. Me declaro san@ por tu promesa Te devolveré la salud y te sanaré de tus heridas para caminar en bienestar y trabajar en la obra, y en ofrecer mis dones para Tí. En el poderoso nombre de Jesús Amén.

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