El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.
Rom. 14:18-17
Introducción.
- Me pregunto ¿Cómo mantenernos firmes, con fuego y convicción en esa confianza en Dios? Vamos a sufrir los ataques del mal, pero si estamos juntamente con él, vamos a ser glorificados. Venceremos con fuego y convicción al mal. Ese es mi mensaje en este día.
- Hoy día se celebra Pentecostés, ¿Es Pentecostés el cumpleaños de la iglesia? Tal vez, o tal vez fue entonces cuando la iglesia aprendió a caminar por sí misma.
- Quizás fue entonces cuando, potenciada por el fuego y el viento, la iglesia habló por sí sola, pero usó palabras aprendidas de quien le dio vida.
- En Pentecostés, celebramos la venida del Espíritu para sacar a la iglesia de su escondite y de su desesperación y para darle a la iglesia viento en la espalda y fuego en los huesos y animar a la iglesia a proclamar; vivir las buenas nuevas de Jesucristo externamente y con convicción.
- Veamos cómo mantenernos firmes frente al mal, algunas armas y llaves que nos aseguran la confianza de vencer frente al mal.
- Y vamos a ver también, las consecuencias de ese desenfreno de los primeros habitantes en Génesis por querer aferrarse a su plan y no obedecer a Dios.. ¿Cómo llegaron los hombres a querer hacer su torre para desafiar y rechazar el plan de Dios?
