Ora por nosotros también, para que Dios nos dé muchas oportunidades para hablar de su misterioso plan concerniente a Cristo. Por eso estoy aquí encadenado. —Colosenses 4:3 RVR

Evangelismo es una palabra que los que están dentro y fuera de la iglesia le disgusta por igual. Puede traer ansiedad ya que algunos se sienten obligados pero no equipado, o nervioso por lo que la persona podrían estar hablando si comparte su fe.
Otros sienten que están siendo agresivos, invasivos o irrespetuosos y preocupados por parecer descorteses, grosero o fanáticos; «más santo que».
Parte de esta ansiedad existe porque no siempre hemos tenido grandes ejemplos. Es fácil pensar en el tipo de la acera gritando comentarios dignos de escalofríos.
En contraste con esa imagen en mente. Pablo pide a la iglesia colosense que ore «para que Dios le permita declarar el misterio de Cristo»(Colosenses 4:3 ESV).
“Señor, ábrenos una puerta” El método de evangelismo de Pablo era orar por abrir puertas, no irrumpir, forzar o golpear a través de ellas. Eso no es para excusarnos y dejar de hacer la obra de evangelismo.
Todo el que ha escuchado las buenas nuevas del evangelio es llamado para transmitirlo. Y todos los días hay puertas abiertas. Evangelismo requiere paciencia y oración vigilante. Implica estar en relación con aquellos que no conocen a Cristo. Se necesita ser intencional, influyendo en los que me rodean positivamente,. Debemos ser relacionables en mi “oikos” (casa, todos los que están cercanos a mi círculo familiar y contactos de amistades) y en una amistad lo suficientemente larga como para ver a Dios abrir la puerta del corazón de una persona.
Significa decir algo simple como: «Sé que tienes tus batallas y pruebas, y me he estado preguntando, ¿cómo puedo orar por ti?» Nos queda de esta enseñanza que debemos buscar encomendando a Dios las oportunidades para compartir con otros intencionalmente el Evangelio.
Oremos: ¡Dios, dame ojos para ver las puertas abiertas para tu ponerme las palabras y acciones que me mantengan constantemente compartiendo el evangelio! Amén.