¿Como vencer las Tentaciones?
Esta es una implicación de la temporada en el Camino de Cuaresma: tenemos un propósito victorioso.
Jesús venció por mí en la cruz para darme la confianza salvadora de ser mi pronto auxilio, mi libertador, redentor y por su Espíritu probarme en resistencia en el camino al cielo.
Este viaje no es solo un deambular al azar por el desierto, aunque a menudo se siente así. Estamos en un Discipulado del camino; nos estamos moviendo hacia la cruz. Ese es nuestro destino final, pararnos y examinar la Cruz y tomar una decisión informada sobre mi destino eterno.
Tentación de Jesús
4 Luego el Espíritu llevó a Jesús al desierto para que el diablo lo sometiera a tentación. 2 Después de ayunar cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. 3 El tentador se le acercó y le propuso:
—Si eres el Hijo de Dios, ordena a estas piedras que se conviertan en pan.
4 Jesús le respondió:
—Escrito está: “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”.[a]
5 Luego el diablo lo llevó a la ciudad santa e hizo que se pusiera de pie sobre la parte más alta del templo, y le dijo:
6 —Si eres el Hijo de Dios, tírate abajo. Porque escrito está:
»“Ordenará que sus ángeles
te sostengan en sus manos,
7 —También está escrito: “No pongas a prueba al Señor tu Dios”[c] —le contestó Jesús.
8 De nuevo lo tentó el diablo, llevándolo a una montaña muy alta, y le mostró todos los reinos del mundo y su esplendor.
9 —Todo esto te daré si te postras y me adoras.
10 —¡Vete, Satanás! —le dijo Jesús—. Porque escrito está: “Adora al Señor tu Dios y sírvele solamente a él”.[d]
11 Entonces el diablo lo dejó, y unos ángeles acudieron a servirle.
Si Cristo pudo resistir fue porque sabía que vencería al Diablo en sus argumentos, y nosotros en su Resurrección somos victoriosos.
Hermano y hermana, sigue navegando con Cristo. Camina conmigo dice el Señor, tomate de mi mano y levántate. Camina con él, sacude el que dirán, las miradas y traiciones de otros. Supera tus pecados pasados, enfrenta tus tentaciones presentes, afírmate en la Cruz.
Vamos navega con el capitán que es Cristo al timón de tu vida y navegaras seguro. No te rindas, sigue dando lo mejor de ti. Todo, todo, todo lo mejor de tu resistencia en el camino a la cruz.
