LIMPIOS

Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado». JUAN 15:3 NVI

¿Has estado escuchando sin darte cuenta la mentira de que eres todavía sucio debido a tu pecado confesado?

Me recuerdo cuando salía de mis clases de escultura todo sucio por el barro húmedo que aún cuando se secaba salía en las manos y brazos. Cuanto deseábamos presumir de limpios y hasta en los zapatos sucios para que parecieran limpios le poníamos grasa de hace los moldes para que parecieran brillantes y limpios.

En Juan 15, Jesús enseña lo que significa para sus hijos permanecer en su amor. Todo el capítulo está dirigido a aquellos que lo llaman su Señor.

Antes de profundizar en su imagen verbal, se asegura de que sus seguidores sepan algo crítico. Les recuerda que ya están limpios. Es como si supiera que necesitaban este consuelo antes de continuar con su lección ese día.

El pecado nos separa de Dios. No es raro que, incluso después de la confesión, todavía nos sintamos sucios. Pero no lo somos. Cuando nos volvemos a él en humildad y arrepentimiento, nos limpia. Él ya no ve la suciedad, y nosotros tampoco deberíamos estar permitiendo condenación.

Padre, gracias por limpiarme en el momento en que me humillo ante ti. Ya estamos limpios.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: