En un mundo lleno de desánimo, ¿cómo te mantienes animado en tu vida y ministerio? ¿Cómo encuentras esperanza y la fuerza para “recuperarte” e intentarlo de nuevo? ¿Cómo inspiras esperanza en otros que sientan que lo único que hacen es poncharse?

La primera lección es recordar quién eres. Tu Padre es el Rey de Reyes y Señor de Señores. Él sabe tu nombre, dónde vives, lo que comes, lo que te hace feliz y triste y lo que dices, haces y piensas. Jeremías 1:5 dice: “Te conocía antes de formarte en el vientre de tu madre. Antes de que nacieras te aparté…” Mateo 10:30 y 31 nos dice que ni un solo gorrión cae a tierra sin el conocimiento de nuestro Padre Celestial, “Y hasta los cabellos de tu cabeza están todos contados. Así que no tengas miedo; eres más valioso para Dios que toda una bandada de gorriones”.
Lo segundo es refrescar tu espíritu. Jesús dijo: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (ver Mateo 11:28-30). Note que no dice, “Ve y haz esto o aquello”, dice, “ven a mí”. Jesús te invita a venir a Él y Él te dará el descanso como un regalo.
La tercera y última lección es negarte a rendirte. Jesús nos dice: “Os he dicho todo esto para que en mí tengáis paz. Aquí en la tierra tendréis muchas pruebas y dolores. Pero confiad, porque yo he vencido al mundo” (Juan 16:33). También nos dice: “No temas, porque yo estoy contigo. No te desanimes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré. Te sostendré con mi diestra victoriosa”(Isaías 41:10).
Mis amigos y amigas les comparto este mensaje animador para recordarnos las palabras de aliento del Apóstol Pablo para nosotros, “…pero me enfoco en una cosa: Olvidando el pasado y mirando hacia lo que está por delante, sigo adelante para alcanzar el final de la carrera y recibir el premio celestial al que Dios, por medio de Cristo Jesús, nos llama” (ver Filipenses 3:12-14).
En otras palabras, “¡Vuelve a levantarte! Te toca seguir adelante. El juego aún no ha terminado”.
Que Dios te bendiga mientras le sirves en este nuevo año.
¡Por siempre!
Adaptado de artículo de Ed Thomson “No pierdas el ánimo; te toca batear”