18 “El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo” Mateo 1:18-25
Una de las doctrinas cristianas que más ataques ha sufrido en la historia del Cristianismo ha sido la doctrina del nacimiento virginal de Jesús.
Estos ataques han venido, fundamentalmente, de parte de los llamados “ateístas”, o sea, de los que dicen no creer en un Dios. Pero realmente esto es poco probable, porque en la práctica siempre tienen uno. Los ataques también son desde adentro de la iglesia cristiana e incluso, de algunos llamados “cristianos”, de los que niegan la divinidad de Jesús, los milagros y todo lo sobrenatural en la Palabra de Dios.
En esta Navidad, nosotros queremos reafirmar nuestra fe en que el Salvador del mundo fue concebido del Espíritu Santo y de María, una mujer virgen, que Dios escogió para que en un medio sin mancha ni contaminación, viniera al mundo aquel que fue semejante a nosotros en todo, pero sin pecado.
Y un Salvador que no conoció pecado, y que vino para salvar al mundo de sus pecados, es hoy para nosotros un paradigma de cómo vivir y cómo actuar en esta vida: Cristo vino a buscar y a salvar lo que se había perdido, para que ya no anduviéramos más en perdición, sino para que vivamos recta y santamente la vida nueva que Él nos ha dado por medio del poder de su sangre.
Señor te doy gracias por nacer y llegar a nuestras vidas como nuestro Salvador personal. El milagro sobrenatural de tu concepción nos afirma en lo posible que puedes hacer en mi vida con tu poder. Amado Jesús creo que naciste concebido por el Espíritu Santo sin pecado en una María, virgen rendida a tu propósito eterno. Te adoramos, deseamos vivir santamente y declaramos una vez más nuestra fe en Ti como el Salvador del mundo. Amén
Rodolfo Martinez 