PROCLÁMENOS

«A los pocos días María emprendió viaje
y se fue de prisa a un pueblo en la región montañosa de Judea.
Al llegar, entró en casa de Zacarías y saludó a Elisabet».
(Lucas 1:39-40)

Las visitas de los ángeles son a menudo el catalizador de la acción. Después de que los ángeles se separaron de los pastores, éstos fueron a ver al Salvador recién nacido.

Al ver a Jesús, los pastores «difundieron la buena noticia». Después de la visita del ángel a María para anunciarle su papel en la salvación del mundo, María viajó inmediatamente a la casa de su prima Isabel.

Tanto María como Isabel jugaron un papel importante en la difusión de la noticia de la salvación de Dios. Todas estas personas eligieron actuar según las noticias que recibieron.

Cuando recibe las buenas noticias, ¿Cuál es su respuesta inicial? ¿Se pone en acción? ¿Busca
obtener los hechos y discernir los pasos? (No hay una respuesta correcta o incorrecta.)

Cuando otras personas confirman la buena noticia sobre lo que estamos esperando, ¿qué efecto tiene esa respuesta en usted?

El miedo a menudo nos ciega a las bendiciones que ocurren en frente nuestro. Esto podría
haber sido real en el territorio inexplorado o experiencias del 2022. El miedo tiene una forma de hacernos cuestionar cada paso, incluso después de haber dado un paso adelante.

Para Zacarías, sus dudas pueden haber causado que no viera la bendición que tenía en frente. A veces, fácilmente dejamos escapar la bendición que tenemos delante por el miedo y las dudas. «No tengas miedo, Zacarías, pues ha sido escuchada tu oración. Tu esposa Elisabet te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan. Tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán por su nacimiento».
(Lucas 1:13-14)

Señor danos las fuerza para la acción con gozo y Alegría. Déjanos experimentar esa bendición de tener la oración contestada aún de los difíciles temas que te presentamos. Ayúdanos a ser buenos receptores de las buenas noticias y canales de proclamación para compartirlas. Amén.