ELIMINAR EL DESORDEN

«Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos». -Mateo 5:3

Cuando Jesús le habla a una audiencia que ya es pobre, parece extraño alentar aún más la pobreza. Las palabras «pobres de espíritu», sin embargo, hablan de algo más que de un estatus económico, aunque eso es parte de él.

En última instancia, lo que importa es que cuando la vida de uno está libre de desorden, hay una mayor conciencia de Dios. Cuando se elimina todo ruido y rutinas en automático de pura actividad, se experimenta un nuevo nivel de confianza en Dios, física, espiritual, mental, financiera y emocional.

Cuando somos pobres en espíritu somos benditos y dichosos, no debido a algún beneficio material externo. Tampoco es que estamos empobrecidos espiritualmente o que ante Dios no tenemos nada de valor espiritual. Recodemos este versículo está relacionado con el reino de los cielos. El beneficio que disfrutamos es algo espiritual.

Jesús anima a sus seguidores a ser atraídos a un nivel más profundo de confianza. Es una revelación del vivir espiritual y de los principios celestiales del reino de los cielos.

Como padres, personas del diario vivir, a veces podemos llenar nuestras vidas, o las vidas de nuestros hijos, con tanto desorden o actividades, y la nuestra misma. Así, que no podemos filtrar lo que realmente importa vivir a un nivel espiritual mucho más profundo.

Considere lo que podría necesitar despojarse. ¿Cómo puede modelar una vida sencilla para los que nos rodean entiendan lo que significa ser pobre en espíritu? ¿Cómo podríamos sentirnos dichosos si este fuera el caso?

Ser pobres en espíritu no sólo significa ser humilde, sino también desprendido en el espíritu, en lo profundo del ser, sin aferrarse a las cosas viejas y vanaglorias, soberbias y egoísmos de la vida. Es sino el vivir descargándose de todo eso para recibir las cosas nuevas, las virtudes del reino de los cielos.

En realidad, ser pobres en espíritu es algo positivo y beneficioso para nuestras vidas cristianas.

Dios, llévame a una relación más profunda contigo y ayúdame a eliminar el desorden para que pueda confiar aún más en ti. Reeducarme para descargarme de peso extra de cosas viejas y fatigas de mi carne en esta vida. Enséñame a sentirme dichos de mantener un enfoque simple y profundo de realmente ser humilde y desprendido. Amén