4 Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! 5 Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. -Filipenses 4:4-5 RV60
Es fácil regocijarse cuando las cosas van bien. Cuando recibe ese ascenso laboral que ha estado esperando, o cuando a sus hijos les va bien en el examen por el que pelearon anoche.

Pero, ¿cómo podemos regocijarnos cuando no parece natural? Cómo ¿Nos regocijamos cuando perdemos nuestro trabajo, el horno se apaga y no tenemos dinero para reemplazarlo, nuestros hijos pelean constantemente entre nosotros, o recibimos noticias del médico que el cáncer nos está afectando a nosotros o a alguien a quien amamos?
Pablo entendió que regocijarse en el Señor no siempre era fácil, ni natural. Después de todo, escribió estas palabras mientras estaba sentado en una celda de prisión.
Afortunadamente, arrojó algo de luz sobre cómo es posible: «El Señor está cerca». Pablo nos recuerda la promesa del Señor de que siempre está con nosotros.
Podemos regocijarnos al saber que Dios está al tanto de nuestras circunstancias y que está con nosotros, tal como estuvo con Pablo en la celda de la prisión.
Al dirigir a su familia, hágalo con una actitud que se regocije en el Señor en todas las circunstancias. Al hacerlo, está modelando su confianza en las provisiones del Señor para su familia.
Dios, gracias por la promesa de tu presencia en mi vida. Recuérdame tu presencia cuando las cosas sean difíciles. Ayúdame a regocijarme en ti siempre. Amén