Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios; 1 CORINTIOS 12.22

LA ESCRITURA NOS DICE QUE CADA PERSONA EN EL CUERPO DE CRISTO TIENE VALOR Y PROPÓSITO.
Hay un chiste sobre hombres y mujeres que dice: “Las mujeres son como diamantes en bruto que entrañan una belleza y valor inigualables. Pero los hombres son solo brutos diamantes.” Y es gracioso, pero muchas veces más real que chiste.
Sin desvalorar a nadie sea por género o condición, reflexionemos. Entonces ¿cómo encuentran esperanza, dirección y ánimo las personas devaluadas por la sociedad, para cumplir los destinos (creó en la auto elección por decisiones personales, dentro de un marco divino) que Dios les ha dado?
La respuesta viene del liderazgo, del crecimiento intencional. Una de las razones por las cuales Dios ha puesto a los líderes en la iglesia es para que cada persona encuentre su lugar. Si ayudamos a que otros crezcan, estamos potenciando que cumplan su propósito más excelente.
Yo pienso que es como encontrar y pulir gemas escondidas. Los líderes, pastores, padre, mentores, fueron diseñados para ayudar a las personas a convertirse en los individuos que Él creó. A veces fallamos, y no damos ese mejor ejemplo de potenciar propósitos en los que nos rodean.
Sin embargo, todos en el cuerpo de Cristo somos llamados a descubrir nuestros dones y desarrollarlos, luego también delegarlos o distribuirlos. Pero es fundamental descubrir cómo líderes al escondido, a animar al preocupado, a desarrollar al novato y a facultar y habilitar al desvalido.
Los líderes están dotados para extraer las gemas. No olvides que Jesús se fijó en un pescador sin educación e impulsivo llamado Simón, y vio a un diamante en bruto.
Jesús mismo le llamó Pedro, la roca. Tal como Jesús ve potencial en ti, si eres un líder, Él quiere que encuentres y desarrolles ese potencial en los demás.
Señor ayúdame a crecer más en mis dones, ser humilde y enseñable. Dame ojos para ver en otros el potencial y darle oportunidad de desarrollarse, invertir en ellos y gozarme por sus avances y éxitos. Amén.