Ahora podemos acercarnos sin temor a la presencia de Dios, seguros de su alegre bienvenida cuando venimos con Cristo y confiamos en él. -Efesios 3:12 TLB

Se trata de a quién conoces, ¿verdad? Todos queremos ser ese tipo que tiene la conexión con los asientos de la cancha en el gran juego, o el que tiene la oreja del jefe en el trabajo.
Las conexiones que hacemos a menudo vienen con beneficios. ¡Qué rápido olvidamos que tenemos acceso directo a Dios, el creador del universo! Olvidamos que podemos hablar con él, buscarle consejo e incluso pedirle ayuda. Y no solo podemos acercarnos a él, sino que con gusto nos recibe en su presencia.
Sabemos que esto es cierto solo por lo que Jesucristo ha logrado por nosotros en la cruz. ¿Tienes miedo de hablar con Dios? ¿Sientes que tus asuntos o problemas son demasiado pequeños para molestarlo? ¿Olvidas que podemos hablar con Dios y que Él escucha?
Debido a tu relación con Jesús, puedes acercarte a él con valentía. Pasa un tiempo hoy simplemente hablando con Dios. ¡Está deseando pasar tiempo contigo!
Dios, gracias porque puedo ir a ti y hablarte. Gracias porque no necesito una cita o incluso una razón. Gracias por re enfocarme y en quietud contigo recibir dirección. Gracias porque me escuchas y respondes mis oraciones. Amén.