La confianza toma tiempo construirla. Hubo un tiempo en que un simple apretón de manos valía tanto como un contrato firmado por dos o más partes. Hoy en día es difícil confiar en los papeles que te hacen firmar con letras pequeñas o incluso con clasulas poco favorecedoras, es más aún los contratos firmados a menudo se tienen que romper y se pueden disputar más de lo que pudiéramos imaginar. Todos buscamos nuestros proteger lo propios intereses y el de ganar-ganar.

Como resultado, abordamos una realidad en la sociedad moderna de una creciente falta de confianza general, tanto en nuestra vida profesional como personal, y esto dentro de la misma dinámicas de relaciones en la iglesia.
La confianza lleva tiempo, pero no es un mandamiento bíblico como amar, perdonar, orar unos por los otros, etc. No hay atajos o formula segura para generar y mantener la confianza, por lo que creo que debemos volver a los principios básicos que se nos presenta la Biblia; en el cual confío completamente. La Biblia enseña cómo debemos preocuparnos por el bienestar de los demás, así como por nuestros propios intereses.
Durante nuestra vida nos enseñan a confiar, sea en los padres, maestros, pastores, lideres, jefes; pero no siempre el impacto de ese modelo de enseñanza es acabado. A veces nos fallan esos referentes de confianza y quedamos decepcionados. Pero el mayor impacto proviene de aprender, comprender y seguir los preceptos que se encuentran en la Palabra de Dios.
El profeta Isaías tenía una buena comprensión del concepto de confianza hace casi 3,000 años. Las palabras eternas del libro de Isaías del Antiguo Testamento siguen siendo verdaderas hoy. El profeta Isaías expresó: «No pongan su confianza en los simples humanos; son tan frágiles como el aliento. ¿Qué valor tienen?» [Isaías 2:22 NTV]. Eso resume por qué la confianza total lleva tiempo. El problema de la humanidad es el pecado, incluida la tendencia universal a centrarse en sí mismo. Luego, en Isaías 12:2 vemos el contraste: «¡Vean a Dios, mi salvador! Puedo estar confiado y sin temor alguno, porque el Señor es mi fortaleza y mi canción; ¡él es mi salvador!» [RVC]. No es un error que Isaías repita que el Señor es Salvador. Nada era más importante para él.
Déjame preguntarte: ¿Dónde depositas tu confianza? No digo que nadie merezca algo de confianza, pero debemos tener cuidado con quién recibe nuestra confianza, incluidos nosotros mismos, y considerar los motivos personales. Aparte de una vida rendida a Dios y Su control, podemos descubrir que no somos totalmente dignos de confianza, o incluso capaces de confiar en nuestros pensamientos y acciones.
Incluso si tenemos una relación correcta con nuestro Padre Celestial, aún debemos lidiar con nuestra naturaleza pecaminosa, que algunas traducciones de la Biblia llaman: «la carne», mientras estemos aquí en este planeta. ¿Cómo podemos aprender a ser más dignos de confianza y más confiados en los demás? Me ha resultado útil rodearme de algunas ¨anclas¨ un pequeño grupo de hombres piadosos que han demostrado —con el tiempo— que puedo confiar en ellos para que me ayuden y me aconsejen al trabajar en las decisiones importantes de la vida. También he aprendido a confiar en la sabiduría y las percepciones con atinado discernimiento de mi esposa para enfrentar muchas decisiones personales.
Uno de mis versículos favoritos de las Escrituras habla del tema de la confianza. En el Salmo 20:7, el rey David de Israel declara: «Estos confían en sus carros de guerra, aquellos confían en sus corceles, pero nosotros confiamos en el nombre del Señor nuestro Dios» [NVI]. Ahí es donde he depositado mi confianza durante años, y Dios nunca me ha fallado. Si tú aún no lo has hecho, considera depositar su confianza en el Señor, quien ve, conoce y controla todo lo que existe. Él ha estado interactuando con Su creación desde su mismo comienzo, y lo ha hecho bien.
Cuestiones Para Reflexión/Discusión
1. ¿Cómo evaluarías el nivel de confiabilidad en los compañer@s de trabajo, según tus interaciones?
2. ¿Te resulta fácil, o difícil, confiar en jefes y lideres en tu radio de trabajo, así como en las personas con las que realizas tu dia a dia? Explica tu respuesta.
3. Si puedes pensar en alguien en quien has podido depositar un alto nivel de confianza, ¿cuáles son algunos de sus rasgos o características que cree que los hacen dignos de confianza?
4. Cuando la gente dice que «confía en Dios», ¿qué significa eso para ti? ¿Cómo describirías tu nivel de confianza en Dios, si es que lo tienes? ¿Qué factores han influido en tu capacidad para hacer como dice el versículo de los Salmos, “confiar en el nombre del Señor nuestro Dios”?
NOTA: Para obtener más información sobre lo que dice la Biblia sobre este tema, considera los siguientes pasajes: Salmo 25:1-5; Proverbios 3:5-6, 22:17-19; Juan 12:35-36; Romamos 15:13; 1 Corintios 4:1-4