Conforme a la fe murieron todos estos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra. —Hebreos 11:13
Cuando vivimos persiguiendo una visión, arrastramos a otros al movimiento. Pero necesitamos entender que la visión es de importancia secundaria a la búsqueda de Dios en fidelidad.
Hebreos explica que el pueblo de fe no recibió las cosas prometidas. Ellos no vieron cumplida su visión. ¿Eso los convirtió en fracasados?
¿Eso anuló su noble vida? ¿Eso hizo que sus vidas fueran un desperdiciar? Claro que no.
Si la visión en sí misma es de importancia primordial, un incumplimiento de la visión no vacía todo lo que precede. En otras palabras, si tus sueños te llevan en la búsqueda fiel de esa visión, no fue una pérdida de tiempo y esfuerzo. Pero si el sueño es secundario a la búsqueda, sucede algo extraño.
Cuando pierdes, sigues ganando. Si no consigues el campeonato, tu dignidad permanece. Si no consigues el trabajo, tu valía en la vida sigue intacta. Si tu sueño no se materializa, puedes aún inspiran a otros a perseguir los suyos.
Vivir en busca de una visión dará forma a cómo vivimos. Si la búsqueda de nuestra visión es de primordial importancia, todavía podemos inspirar a otros a perseguir sus sueños, incluso si solo saludamos la nuestra desde lejos.
Dios, dame ojos para ver que me rodeas mientras vivo en proseguir los sueños con claro discernimiento de visión. Mantenme fiel y firme en mis convicciones, llamado y visión de servirte con lo mejor de mí. Que mi búsqueda inspire a otros a soñar en grande e ir tras su propia visión. Amén.
Rodolfo Martinez 