Viajar a través de la Cuaresma no es solo un tiempo de reflexión, sino que nos prepara para el declarar con gozo el triunfo del que somos parte gracias a Jesús. Recordemos el amor de Dios en este tiempo de Cuaresma para declarar más alabanza en nuestros labios y esperanza diciendo: “Bendito el Rey que viene en el nombre del Señor. Paz en el cielo y gloria en las alturas.”
