LA IGUALDAD EN CRISTO

“Aquí no hay ni judíos ni gentiles, ni esclavos ni libres, tampoco hay hombre y mujer, porque todos ustedes son uno en Cristo Jesús”. —Gálatas 3:28

Una de las primeras preguntas que tendemos a hacerle a alguien que acabamos de conocer es: «¿Qué es lo qué haces o a qué te dedicas?» Por «hacer», nos referimos a lo que ellos hacen por trabajo.

La respuesta a la pregunta, si lo admitimos o no, determina lo que pensamos de ellos. Si responden: «Soy un médico», nuestro nivel de respeto sube e incluso podemos sentirnos un poco inseguro. Es fácil que esta pregunta inofensiva se cuele en una búsqueda de la marca personal de cómo etiquetare, me aproximaré o definiré a esa persona.

Cuando alguien tiene más educación o un mejor trabajo, nos volvemos inseguros acerca de nuestro estatus. Si alguien tiene una red más amplia de influencia, recursos, etc., a veces nos quedamos preguntándonos sobre nuestra marca personal o nuestro “hacer o ser” que somos, comparándonos con el otro.

Pablo, escribiendo a los Gálatas, desmantela el mayor status o posicionamiento de una marca personal superior, símbolos raciales de supremacías y posiciones de su época.

Para él, un esclavo está ubicado en el mismo nivel que una persona libre. Un judío está en el mismo nivel que un gentil. Una mujer está al mismo nivel que un hombre. Nadie está arriba y nadie está abajo.

Este es el caso para ese tiempo y para nosotros hoy. Y esto debemos interiorizarlo, porque ante Cristo todos estábamos en una situación desesperada, y en Cristo, se nos ha dado más de lo que podríamos pedir o imaginar.

Para Pablo, el símbolo de estatus definitivo no es un coche nuevo o un gran trabajo, hablar un idioma o tener un pasaporte, pero la cruz si lo es. Para definir tu valor único, original y sagrado sin detrimento del valor de otros o su estatus tenemos que mirar a la Cruz por nuestra correcta identidad.

Por eso, reafirma tu identidad y valor único. Eres y somos iguales a los ojos de Dios con la misma marca de la sangre de Cristo para un propósito de redención y salvación único.

Dios, ayúdame a creer que lo único que necesito es la gracia de la Cruz de tu hijo amado Jesús. Esa revelación de igualdad por la que moriste por mí y por muchos, significa que tú marcaste mi status de un hijo o hija valioso o valiosa. Mantenme alejado de la inseguridad y el orgullo. Líbrame de correr detrás de la marca personal definida por mi cultura o impustas por contraculturas. Mi Señor amado, no dejes que me paralice al ser impresionado por el status de otros, recuérdame quién soy en ti. Amén.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: