«Que ellos también estén en nosotros para que el mundo crea que me has enviado».—Juan 17:21

La prueba de un buen producto es el todo de su entrega. No solo la presentación sino su calidad y funcionalidad. Al final, la publicidad y el precio de venta no significan nada; si el producto se desmorona en expectativas no cumplidas justo cuando lo abres.
Jesús continúa orando por la unidad, sugiriendo que cuando la iglesia está unificada, el mundo creerá. La prueba de la iglesia está en la unidad, podríamos decir. Eso significa que cuando se trata de unidad, hay algo en juego: nuestra integridad espiritual y nuestro testimonio de un mundo que necesita conocer el amor de Dios.
Dios, ayúdame a irradiar tu amor para que el mundo sepa de tu amor. Que mi casa y mi lugar de trabajo sean una imagen de ¡unidad para que el mundo conozca tu poder y amor! Amén