«Seis días trabajarás y harás todo tu trabajo, pero el séptimo día es un día de reposo para jehová tu Dios. En él tú no hará ningún trabajo». Éxodo 20:9-10
¿Alguna vez has tenido una máquina que era difícil de apagar?

Tal vez hubo un proceso específico de pasos antes de que pudiera apagarse. Tal vez un interruptor fue atascado, dejándolo en la posición «on».
A menudo» esta es una imagen desafortunada de nosotros atascados en la posición»on», y seguimos trabajando y corriendo hasta que nuestros circuitos están quemados. Nos decimos a nosotros mismos (o a nuestro cónyuge) y a otros que después de un correo electrónico más ya termináremos. Convencemos en ocasiones a nuestro alrededor de que está llamada telefónica es lo suficientemente importante como para salirme a responder. Y decimos, es solo por un rato», ”un minuto», es como que no podemos apagarnos de la rutina de trabajo.
Dios les dio a los israelitas un interruptor de apagado obligatorio. Se llamaba el sábado. Este interruptor de apagado era una forma en que honraban a Dios, como recordatorio de que los problemas y oportunidades del mundo no descansaron sobre sus hombros. Pero no solo honró a Dios; eso también fue bueno para ellos.
Ellos, a diferencia de muchos de nosotros, tenían un ritmo de descanso y trabajo, y esa salud del descanso evitó que se quemaran. Ésta semana, consideren tomarse un tiempo para descansar en familia o tú solo o sola. Eso estoy haciendo ahora, al comenzar el año me retiro a planear y arrancar el año enfocado y relajado.
Planea hacer algunas cosa que honran a Dios y te llena a ti y a tu familia. Práctica este principio del Sabath en tu vida: “Dios, el mundo no depende de mí. Tú tienes el control. No necesito trabajar ansiosamente sin descanso. Ayúdame realmente a creer eso este año y esta semana, y enséñame a honrarte a través del descanso. Amén”